Cuando hablamos de cambiar nuestro estilo de vida hacia lo saludable siempre pensamos en lo difícil que puede ser, aunque sea para el bienestar de nosotros. Lo relacionamos con lo que tenemos que cambiar porque ahora no lo estoy haciendo y que además lo relaciono con cosas que no me gustan. Por ejemplo, hacer más ejercicios, tomar más agua, salir a caminar o simplemente respirar conscientemente.
Es normal sentirnos de esta forma porque como seres humanos no estamos hechos para cambiar porque nos sentimos cómodos haciendo lo que siempre hacemos y conocemos.
Luego de varios estudios la Dra. Katy Milkman logró identificar cinco barreras internas que tenemos frente al cambio:
- Comenzando: los estudios han demostrado que siempre queremos cambiar cuando sentimos que podemos pasar la página, ejemplo a comienzo de año o los lunes. Estas etapas de arranque pueden ser muy exitosas. Escoge cuando puedes pasar tu página y comenzar un nuevo hábito.
- Impulsividad: tendemos a pensar que conseguiremos los cambios solo con mucho sacrificios y dolor. Sin embargo, logramos nuestros mejores resultados hacia el cambio cuando disfrutamos la experiencia.
- Procrastinación: hay métodos que logran recordarte e incluso penalizarte si dejas pasar el tiempo y no logras tus metas. Recuerda que siempre es mejor una meta pequeña y alcanzable.
- Olvidando: existen métodos para que puedas planear de acuerdo con el mejor momento del día o semana para realizar el nuevo hábito permitiéndote recordarlos porque la idea es que lo hagas dentro de tu propia rutina y sin molestias.
- Pereza: puedes crear un sistema personal de cambio que sea de menos resistencia para ti y de cambios más sutiles. Puedes aprender en piloto automático repitiendo estos mini hábitos sencillos.
¡Podemos modificar las formas en la que vemos y percibimos el cambio! Atrévete a mover tus barreras para comenzar el cambio que quieres trabajar.
Moni Lenz
Health Coach